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Nace Bodega Urbana, la hermana pequeña de Los Nadies | Alva Sueiras

  • alvasueiras1
  • 21 ene 2024
  • 4 Min. de lectura


Quienes conocen a Manuel Filgueira saben que no es un vitivinicultor al uso. Ya sea en la viña, en la bodega, o sorteando las calles de la ciudad, aparece de forma invariable con su facón prendido del cinturón y ese look híbrido entre explorador y gaucho. Es el típico rara avis al que sueltas en la selva y regresa con un abrigo de piel de pantera, de los que sobreviven allá donde muchos pereceríamos al instante por ignorancia, miedo y falta de herramientas. Pero hablar de Manuel es hablar de forma indisoluble de la familia Filgueira, porque su esposa –Gabriela– y sus hijos –Santiago y Felipe– son parte de un núcleo unido que trabaja en régimen de tribu.


La historia de Manuel y su familia es una historia de determinación y superación, y su proyecto, Los Nadies, un bastión de resistencia. Cuando su madre decidió retirarse del vino vendiendo la viña y la bodega Filgueira, Manuel recibió unas hectáreas de su abuela. En ese sorteo de parcelas heredadas dio comienzo su proyecto personal. La mayoría del predio, ubicado en Cuchilla Verde, está dedicado al cultivo de uva para la venta a otras bodegas y un pequeño espacio, apenas 1,4 hectáreas, está destinado al cultivo de vides para la elaboración de vinos de alta gama bajo el sello Los Nadies. La primera vez que los probé, hará siete u ocho años, me recordaron a esos vinos de la vieja guardia españoles envueltos en una malla metálica dorada, como aquellos Faustino Gran Reserva de Rioja, considerados gemas en los noventa.



Entre las muchas particularidades que tienen Manuel y su tribu, está la de ser propietarios de la única bodega urbana de Montevideo. Si bien la viña se ubica en el valle de Santa Lucía –en el territorio que une los departamentos de Florida, San José y Canelones– la bodega donde se vinifican, conservan y evolucionan los vinos, está en El Prado. Justamente en la casa que también era de su abuela.


Desde hace ya un tiempo, Manuel venía dándole vueltas a una idea que tenía que ver con crear vinos de otro rango, tener un espacio donde ofrecer algo para picotear y solucionar la falta de rentabilidad temporal de las parcelas de alto raleo. Es así como nace Bodega Urbana, la hermana pequeña y desenfadada de Los Nadies. Esta estrategia, que tiene también relación con la actual crisis de las bodegas uruguayas frente al contrabando masivo de vinos argentinos a precio irrisorio, supuso abrir un camino nuevo. De un lado, Los Nadies y sus vinos premium, apuntan a subir el nivel apostando por mayor calidad de uva bajando aún más el nivel de productividad de la planta, y, de otro, Bodega Urbana ofrece vinos interesantes de rango accesible. Los Nadies queda únicamente con Picardía, Ímpetu, Equilibrio y un espumoso de alta gama y Urbana sale al mercado con una línea nueva de vinos: Uva del diablo, Schlechtendalia, Gyptis y Rhamnus con un rango de precios que va de los $350 a los $ 780.



Las ilustraciones de flora nativa, que son el centro de las etiquetas de los vinos de Bodega Urbana, son delicadamente maravillosas.Y aquí hago un inciso para avisar a tripulantes: las fotos que acompañan esta nota no ilustran el etiquetado final, que irá en corrugado mate (a diferencia del liso brillante que aparece en la prueba de etiquetas de la imagen). La flora nativa es siempre un elemento importante en las reflexiones y teorías de Manuel cuando habla del vino. También, un elemento central en los exteriores de su bodega en El Prado.


Uva del diablo es el tinto más accesible. Recibe ese nombre por la denominación popular que tiene esta vid nativa del Uruguay. Como el resto de vinos de la bodega, se trata de un nombre simbólico ya que contiene un merlot con un suspiro de tannat. Un vino del año, fresco y joven. Schlechtendalia es un espumoso a base de chardonnay y trebbiano, mientras que Gyptis es un rosado tannat. Por último está Rhamnus, el tinto de mayor rango a base de tannat, merlot, cabernet franc y cabernet sauvignon.


En paralelo al lanzamiento de esta nueva gama completamente separada de Los Nadies, bajo el radar se ha ido gestando una propuesta desestructurada para comer en Bodega Urbana, ubicada en el mismo predio que Los Nadies. Se trata de una propuesta sencilla basada en copas de vino a $ 150 y acompañamientos a $ 250. Entre las opciones para comer están el surtido de tostadas, la picada especial, la tortilla de papas y el Martín Fierro. Los abstemios y conductores designados pueden disfrutar de un jugo de botánicos elaborado con yuyos del predio. La propuesta, que ha estado cerrada por vacaciones, se reactivará a partir del próximo sábado 28 de enero. En principio estará disponible los sábados de 20:00 a 22:00 y los domingos de 12:30 a 14:30. Un dato no menor es que para ser atendido, es imprescindible hacer reserva, siempre  por interno de Instagram.


Un facón en la cintura, una familia unida y un puñado de vinos con propósito. Parecen razones más que suficientes para descorchar sus vinos y animarse a reservar para ir a probar.


Bodega Urbana

Buschental 3390, Montevideo

Abiertos sábados de 20:00 a 22:00 y domingos de 12:30 a 14:30

Imprescindible reservar

Reservas solo por interno de Instagram

IG: bodega.urbana

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